Comentario Dominical
Domingo, 04 de Diciembre de 2011
Domingo, 04 de Diciembre de 2011
Por Javier Cárdenas sscc
La Buena Noticia comienza con un gran llamado a la conversión. Ya lo podemos apreciar en la 1º lectura en que aparece un hermoso texto del segundo Isaías donde el rey Ciro envía de vuelta a los judíos para su tierra. Así, el profeta imagina al propio Dios conduciendo a su pueblo hacia Sión. Lo anticipa un mensajero que proclama “preparen en el desierto el camino del Señor” (Is 40,3) es como la entrada gloriosa de un nuevo rey. Pero es un rey distinto lleno de ternura: “Como un pastor él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva en su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz” (v.11). Esta es ya la Buena Noticia (v.9), Dios ha vuelto su corazón para nosotros ahora nos toca a nosotros.
En el evangelio Juan Bautista presenta esta proximidad de Dios que nos invita a convertirnos. Y como símbolo usa el agua, que nos recuerda el paso de la esclavitud en Egipto a la liberación, el paso de desierto a la Tierra prometida. Es el propio Juan quien prepara esta vuelta: “Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo” y vendrá a bautizar con el Espíritu Santo.
El evangelio (Buena Noticia) no es un libro que está adornando un lugar, no es una idea abstracta sino que es una persona. Ese es Jesús el de Nazaret, el niño de Belén, el que nos viene a mostrar una nueva relación con Dios. Ya no es un rey todopoderoso sino un buena noticia que se traduce en vida, libertad, humanización, alegría, dignidad.
Cualquier personas que haya tenido un encuentro profundo con Jesús de Nazaret puede experimentar el gozo y a la alegría que ha desbordado su corazón y que ahora quieren transmitir y contagiar esta misma experiencia.
En el evangelio Juan Bautista presenta esta proximidad de Dios que nos invita a convertirnos. Y como símbolo usa el agua, que nos recuerda el paso de la esclavitud en Egipto a la liberación, el paso de desierto a la Tierra prometida. Es el propio Juan quien prepara esta vuelta: “Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo” y vendrá a bautizar con el Espíritu Santo.
El evangelio (Buena Noticia) no es un libro que está adornando un lugar, no es una idea abstracta sino que es una persona. Ese es Jesús el de Nazaret, el niño de Belén, el que nos viene a mostrar una nueva relación con Dios. Ya no es un rey todopoderoso sino un buena noticia que se traduce en vida, libertad, humanización, alegría, dignidad.
Cualquier personas que haya tenido un encuentro profundo con Jesús de Nazaret puede experimentar el gozo y a la alegría que ha desbordado su corazón y que ahora quieren transmitir y contagiar esta misma experiencia.