Qué son y qué hacen
Los diáconos permanentes son, por lo general, hombres casados, que reciben este ministerio para colaborar con el Obispo en el quehacer pastoral y de evangelización de la Iglesia. Este ministerio, si bien tiene su origen en los primeros siglos de la Iglesia, fue restablecido en el Concilio Vaticano II (1962-1965), como un grado estable de la jerarquía eclesiástica, y la Conferencia Episcopal de Chile fue una de las primeras del mundo en restaurarlo.
Los diáconos permanentes colaboran con la iglesia en su tarea de llevar la Buena Noticia a todos los ambientes y su servicio está enfocado en tres aspectos fundamentales:
Servicio autorizado de la Palabra de Dios: La proclamación del mensaje de Dios puede desarrollarse en el contacto directo del diácono con personas o grupos en la catequesis, en la educación de jóvenes y adultos, en el uso de los medios de comunicación social y, de manera especial, en la lectura del Evangelio y la homilía, ocasión privilegiada para exponer el misterio de Cristo en la comunidad.
Ejercicio de la caridad: Tanto en el sentido de ayuda fraternal como de la promoción humana. Sus preocupaciones están orientadas hacia los ancianos, enfermos, indigentes, abandonados y aquellos que están en las cárceles, entre otros.
Ministerio litúrgico: el diácono sirve y asiste al obispo y al sacerdote en la celebración de la Misa; puede presidir la celebración de la Palabra y también administrar los sacramentos del Bautismo y Matrimonio. Además, distribuye la Sagrada Comunión, preside la Liturgia de las Horas; las oraciones comunes; los ritos de funerales; responsos y entierros.
LA EUCARISTIA SERA HOY MIERCOLES A LAS 19.30 hrs EN EL TEMPLO PARROQUIAL
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