*“Ellos nos están abriendo los ojos ante problemas que se arrastran y profundizan”, aseguró, agregando más adelante que “debiéramos sí pedirles que no empañen sus justas demandas con la violencia y destrucción. Nosotros sabemos adónde lleva la violencia”, dijo.
La problemática estudiantil, el cuestionamiento al lucro y la necesidad de que la Iglesia recupere su credibilidad, fueron los principales puntos en los que versó la homilía presidida por el obispo Ignacio Ducasse en el tradicional Te Deum de Fiestas Patrias en Valdivia.
“Vivimos momentos difíciles” dijo la autoridad religiosa al abrir la homilía en la Iglesia Catedral, hasta donde llegaron autoridades uniformadas y públicas, aun cuando sólo se logró advertir al alcalde Bernardo Berger, el gobernador Alejandro Acuña y los seremis de Minería y Justicia.
A juicio del obispo, la cultura de la globalización ha dado paso a “la competencia despiadada, el individualismo que se desplaza en medio de un mercado no regulado y que genera desigualdades, exclusiones y destrucción de la naturaleza”, dijo.
Asimismo, precisó “que el rechazo al lucro a veces no muy bien definido, en el fondo es el rechazo a un modo de relacionarnos donde los intereses particulares priman sobre el bien común, donde la codicia se hace más fuerte que la solidaridad. El rechazo hacia el lado del lucro es el grito ahogado del pueblo que quiere relaciones de solidaridad, de amistad, de colaboración y respeto. El dos palabras: de un pueblo que quiere realmente amar”, dijo.
En ese contexto, Ducasse llamó a escuchar a los jóvenes. “Ellos nos están abriendo los ojos ante problemas que se arrastran y profundizan”, aseguró, agregando más adelante que “debiéramos sí pedirles que no empañen sus justas demandas con la violencia y destrucción. Nosotros sabemos adónde lleva la violencia”.
Junto a la necesidad de modernizar el Estado, también se refirió a la necesidad de que la Iglesia pueda recuperar “su credibilidad”.
“Este es el momento para la renovación de la Iglesia y de la forma de entregar su mensaje religioso. Somos personas débiles y al servicio de una gran causa. Hemos pedido perdón y esperamos recibirlo de todos aquellos que hayan sido ofendidos por nosotros”, señaló.
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